Explicó que la clave para este proceso es la creación de las estaciones terrenas, una en La Paz y la otra en Santa Cruz, cuya construcción civil está a cargo de la parte boliviana, mientras las antenas y dispositivos son responsabilidad de China.
También, agregó la vicegerente, su empresa se encarga de promover este proyecto de forma de garantizar su lanzamiento a fines de año y avanza en la preparación del personal especializado de ese país andino.
Al respecto explicó que hasta el momento Gran Muralla ha capacitado 78 especialistas bolivianos y que 30 de ellos todavía se encuentran en ese proceso de preparación que finalizarán a fines de octubre.
Li elogió estos especialistas por su dedicación e interés, que se confirma con su participación en el actual 64 Congreso Internacional de Astronáutica inaugurado ayer en esta capital con la asistencia de unos tres mil delegados y que terminará mañana.
El ingeniero boliviano en telecomunicaciones Marco Antonio Pinto, quien se capacita aquí, dijo que estar en China le ha permitido asistir a este congreso y a sus cursos, y conocer lo más posible la tecnología de otros países asistentes y cómo aplicarlas en beneficio de su país.
La Corporación Industrial Gran Muralla fue establecida en 1980 como el brazo comercial internacional de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China y es la única autorizada por el gobierno para ofrecer servicios comerciales en el lanzamiento de satélites y realizar cooperación en esa importante esfera.
Aunque su función fundamental está vinculada con productos relacionados con la industria aeroespacial, servicios comerciales de lanzamiento y negocios de satélites, Gran Muralla también participa en otros sectores de negocios especializados en alta calidad.
Prensa Latina
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