Además de los precios preferenciales, Zambrana insistió en que el TKSAT-1 ofrecerá otras bondades para los clientes de las naciones suramericanas, entre ellos mejor calidad de la señal y mayor potencia de la misma, debido a que sus frecuencias se concentran específicamente en Suramérica.
Al mismo tiempo, enfatizó que la similitud de lenguas y culturas de la región facilitará el uso del satélite boliviano, que comenzó a prestar servicios el pasado 1 de abril y fue puesto en órbita el 20 de diciembre de 2013. El TKSAT-1, que demandó una inversión de 302 millones de dólares, tiene una oferta menor en el país que para las naciones vecinas, finalizó Zambrana.
JornadaNet
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