Satélite boliviano ayudará a profundizar los conocimientos

Con la inauguración de las estaciones terrestres para control satelital, empieza el conteo para el lanzamiento del Satélite de Comunicaciones boliviano "Tupac Katari", que el próximo 20 de este mes empezará su camino hacia el espacio para orbitar nuestro planeta a fin de cumplir la misión que le ha sido encomendada, la que está destinada, esencialmente, a contribuir a mejorar las comunicaciones en nuestro país, llegando a los más recónditos lugares de él.


Por cierto es un paso muy importante, dentro de la vía que se abrió la humanidad hace más de tres siglos, que no es otra que la del Conocimiento, es decir que todos los ciudadanos del mundo puedan acceder a los adelantos científicos, a la literatura, etc., que en ese tiempo, se incorporó a una Enciclopedia y que hoy, felizmente, se encuentran detallados en investigaciones y en obras incorporadas en el ciberespacio, en esa Enciclopedia del Internet a la que pueden acceder todos los habitantes del planeta desde cualquier rincón del mismo, lo que sucederá con los diez millones de habitantes de Bolivia.

Pero es necesario que definamos lo que será el satélite de comunicaciones boliviano, el que será "un repetidor radioeléctrico ubicado en el espacio, que recibe señales generadas en la Tierra, las amplifica y las vuelve a enviar a la Tierra".

Es decir es un centro de comunicaciones que procesa datos recibidos desde nuestro planeta y los envía de regreso, bien al punto que envió la señal, bien a otro distinto. Los satélites pueden manipular datos, complementándolos con información del espacio exterior, o pueden servir sólo como un espejo que rebota la señal.

Los satélites son controlados desde estaciones terrestres que reciben su información y la procesan, pero que también monitorean el comportamiento y órbita de los aparatos. Por lo general, los centros terrenos no son aparatosas instalaciones, sino más bien pequeños tableros con poco personal que, sin embargo, controlan funciones geoespaciales especializadas.

Como podemos apreciar, este adelanto que se nos ofrece a todos los nacionales, tiene la finalidad mencionada, lo que no constituye una carrera espacial o una función que haga que nuestra Patria se sumerja en las investigaciones científicas o espaciales, como sucede con otros satélites dedicados a estos temas o a la exploración del Universo y de las Galaxias que en millones se encuentran en el espacio.

Esperamos, sin embargo que, con este primer paso, en un futuro también nos incorporemos a las naciones que han accedido a las modernas tecnologías para abrirnos campo en el Universo. Ya nos encontramos en la primera semana de diciembre, acortándose el tiempo raudamente para esperar el lanzamiento desde una base China de ese aparato que abrirá las puertas a todos los bolivianos a las comunicaciones, por cuanto tendrán que mejorar las que tienen las empresas telefónicas, radiales y televisivas, así como otras fuentes de comunicación, como la educación y la salud, que podrán contactarse y ofrecer información a través del satélite para difundirla en todos los rincones patrios.

Debemos tomar en cuenta que por sí solo el satélite no tiene la base de datos inmediata para transmitir en el territorio, sino que, como lo señalamos anteriormente, es un transmisor que se encuentra en el espacio a la espera de información y datos que los pueda transmitir a nuestros ciudadanos. El adelanto tecnológico y científico ha llegado a Bolivia y es hora de que el Conocimiento sea la fuente de la Libertad, ya que a nadie se le podrá ocultar la verdad, aunque la misma sea adquirida en forma personal, a través de la investigación, de la lectura, de la razón y la inteligencia, fundamentales para que profundicemos nuestros derechos en el sistema democrático.

Jornadanet

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