“Con una antena y un codificador, que se pueden comprar en cualquier tienda de El Alto, los bolivianos que se van a Venezuela, Paraguay o Argentina pueden captar en sus televisores señales de 12 canales del país y sin costo alguno”, explicó a La Razón el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana.
Resaltó que ésta es solo una referencia de los beneficios en telecomunicación del Túpac Katari, en los primeros seis meses de funcionamiento. El satélite fue lanzado el 21 de diciembre de 2013 y comenzó su operación comercial el 1 de abril de 2014.
Durante el primer semestre, el TKSAT-1 habilitó cuatro servicios en beneficio de las telecomunicaciones, salud, educación y medios de comunicación del país. (Ver infografía) La principal utilidad fue la ampliación de cobertura de internet y telefonía para al menos 1.000 comunidades rurales que permanecían sin acceso, a través de telecentros que poseen televisores, computadoras y teléfonos.
El director aclaró que el servicio no está relacionado con la velocidad de internet. “Se propagó que el satélite resolverá los problemas de telecomunicación, pero eso no es así”. Para los usuarios de Entel, operadora que compró los servicios a la ABE, se redujeron los costos de telefonía móvil en Bs 0,30 por minuto y Bs 35 en el paquete básico de internet domiciliario. Viva amplió su cobertura al adquirir los servicios.
El presidente de Fundación Redes, Eduardo Rojas, sostuvo que la ampliación de la cobertura no está acompañada del mejoramiento de la calidad de los servicios. “Aún se ven esfuerzos muy locales porque todavía no se articulan la telefonía, internet y televisión. Para percibir mejor los beneficios se debe combinar el uso del satélite con la fibra óptica”.
El experto en Telecomunicaciones Marco Antonio Vargas aseguró que es necesario promover las potencialidades porque aún hay desconocimiento y confusión de la población. “Falta explotar los telecentros, se debe enseñar e incentivar a los agricultores a utilizar internet para hacer contactos con el fin de promocionar y vender más sus productos”, dijo.
Al respecto, Zambrana indicó que Entel lanzó una licitación para que una empresa se adjudique la tarea de trasladarse al área rural y enseñar el uso básico de los telecentros. Reconoció que algunos telecentros se cierran hasta por tres días ante la falta de personal responsable de su administración. Pero en otras regiones pasa lo contrario, en el oriente la comunidad se organiza y contrata a una persona para el mantenimiento del telecentro.
Áreas. Otro de los servicios habilitados es la telesalud, que fue lanzada hace un mes por el presidente Evo Morales para llevar, a través del TKSAT-1, atención en tiempo real. Se enlazan hospitales de tercer nivel con centros de salud del área rural para obtener diagnósticos en línea.
La teleducación es el tercer servicio, pues el satélite se convirtió en una herramienta más accesible para mejorar el programa de educación a distancia, implementada desde 2013. Los estudiantes en el área rural y bolivianos en el exterior logran capacitarse.
Según el viceministro de Educación Especial y Alternativa, Noel Aguirre, con el satélite se capacitó en el cuidado de ancianos y niños, y textilería a 30 bolivianos que viven en España, Argentina y Brasil. “Los nuevos alumnos llegan a 400”. Rojas consideró que urgen capacitaciones y desarrollo de contenidos para aprovechar ambos servicios.
El alcance para medios de comunicación es el cuarto servicio, pues empresas privadas y estatales utilizaron la señal del satélite para sus transmisiones en vivo. Para el próximo año se habilitarán dos canales de televisión educativos, dijo Zambrana. La empresa de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) también usa el satélite para administrar datos. En este primer semestre se ocupó el 30% de la capacidad del satélite, para 2015 se prevé llegar al 80%.
Prevén comprar otro satélite de comunicación
El Gobierno tiene previsto poner en órbita el Túpac Katari II, otro satélite de telecomunicación, para 2018. Esta posibilidad será evaluada a finales de 2015, cuando la cobertura del primer satélite alcance el 80% de su capacidad. “En 2015 se evaluará (el Túpac Katari) y en 2018 podríamos lanzar el segundo satélite de telecomunicaciones”, anunció el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana.
Aclaró a La Razón que para un nuevo proyecto espacial se requiere trabajar con dos o tres años de anticipación. “El TKSAT-1 superó el tercio de ocupación a seis meses de iniciar su operación comercial. Es una ocupación muy buena y esperamos llegar a cerca de la mitad en el primer año”.
Con el 30% de utilidad alcanzado en seis meses, se prevé que a finales de 2015 la ocupación llegue al 80% o incluso al 90%. “Esto significa que el TKSAT-1 alcanzará su punto de equilibrio económico; esto nos garantiza que el satélite se pagará así mismo con la venta de servicios”, dijo el director.
El Túpac Katari factura en promedio un millón de dólares al mes y se prevé alcanzar los ocho millones de dólares en total hasta diciembre de este año. No obstante, Zambrana aclaró que el primer satélite no es un proyecto de lucro, sino de beneficio para las telecomunicaciones del país. “Habrá una pequeña utilidad al cabo de los 15 años”.
Inversión. Resaltó que un TKSAT-2 “ya no es un deseo, sino una necesidad” para atender a un mercado que seguirá creciendo. “Es una posibilidad muy real”. El TKSAT-1 tuvo una inversión de 302 millones de dólares, que cubrió además de su fabricación, la formación de los profesionales, los seguros, el lanzamiento y las estaciones terrenas.
El Director de la ABE también mencionó el lanzamiento de un satélite de prospección que llevará el nombre de Bartolina Sisa, el que está prácticamente concluido para su puesta en órbita en 2017. Un satélite de prospección permite obtener un inventario de los recursos minerales, hidrocarburíferos, agrícolas y otros de origen natural en el país y planificar su uso.
Zambrana detalló que el proyecto ya tiene las especificaciones y un monto de presupuesto referencial, que se precisará una vez concluidas las negociaciones. Está previsto que en el primer semestre del próximo año se convocará a las empresas para la adjudicación del contrato. “La fabricación de las partes del satélite Bartolina Sisa empezará en la segunda mitad de 2015”, indicó. A mediados de 2016 se hará el armado para que a finales de esa gestión se lleve a cabo el lanzamiento del primer satélite de prospección. La construcción demandaría 25 meses con una inversión de aproximadamente 150 millones de dólares.
Satélite de prospección
Con el lanzamiento del satélite de prospección, Bolivia estará entre los 25 países del mundo que cuenta con esta tecnología. Su costo aproximado será de 150 millones de dólares y estará en órbita para 2017.
La Razón
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